
Pero en esta ocasión aprendí algo nuevo: que Anthony no fue su primer amor. He escuchado las historias de Anthony y Terry hasta el cansancio, pero hoy me contó de un chico que apareció una vez cerca del orfanatorio, en la colina de Pony. Él vestía atuendo escocés y tocó la gaita para Candy, haciéndola reír. Candy nunca lo volvió a ver, pero conserva un broche que él dejó atrás, y lo llama su "Príncipe de la Colina".
De nuevo las gaitas... no por nada Candy se fijó en Anthony, quien además de tocar la gaita se parecía al "príncipe" en cuestión. Me gusta bromear con Candy y su obsesión con la nobleza. Primero el príncipe, y ahora el hijo del duque de Grandchester... Candy ríe conmigo, es obvio que Terry le gusta por otros motivos. Está muy contenta porque pronto irá a Nueva York a ver el estreno de la obra. Yo disfruto viéndola feliz, pero en el fondo siento una chispa de envidia. ¿Sabe este chico Terry lo mucho que vale Candy? Ella dice que Terry era también amigo mío y eso me tranquiliza. Hazla feliz, Terry, ya que yo no puedo.
1 comentario:
Hola amiga !!!
como siempre exelente trabajo, me encanta y leo cada uno de tus trabajos diariso es increible ver la visualizacion que le das a Albert, una perspectiva de sus pensamiento, bravo me gusta muchisimo espero mas.
besos Ana Ruth...
Publicar un comentario