Hoy vinieron de visita Stear, Archie, Annie y Patty. Nos trajeron un montón de víveres, mucho más de lo que hace falta para tan sólo dos personas. Es evidente que se preocupan por la nueva situación de Candy y quieren comprobar que nada le falte. Son muy divertidos y cariñosos. Lo que más me gusta es ver cómo sonríe Candy cuando está con ellos. Ella necesita la compañía de gente joven y alegre como ella, que la distraiga del tedio de tener que cuidar de un enfermo como yo.
Ellos no tienen tantos recuerdos de mí. Me conocieron cuando era empleado del zoológico en Londres. Patty está muy agradecida conmigo porque durante ese tiempo yo cuidé de su tortuga, Julie. Cuando me cuentan sobre sus visitas al zoológico, me parece que están hablando de otra persona que no tiene nada que ver conmigo. ¿En verdad era yo un vagabundo despreocupado, feliz de viajar por el mundo?
Hay algo que me inquieta. Por algunos comentarios, sospecho que los Andrew no deben saber que Candy y yo vivimos juntos. La tía Elroy, quien de momento funge como jefe de la familia, está bastante a disgusto con la decisión de Candy de volverse enfermera. Archie en particular parece preocupado por nuestra situación, casi diría molesto.
Supe que hace poco la compañía de teatro en la que Terry trabaja vino a Chicago para una representación de beneficencia. Los Andrew fueron invitados, y aunque Stear y Archie le consiguieron un boleto a Candy, la tía Elroy no le permitió asistir.
Una vez más contemplo la mirada ensoñadora de Candy cuando habla de Terry. Aún sin permiso de la tía Elroy, asistió al espectáculo a escondidas, y aunque no pudo estar con Terry, alcanzaron a despedirse de lejos cuando su tren partía. Candy narra emocionada las noticias de Terry, quien desde entonces le escribe con frecuencia desde Nueva York.
Una vez más noto a Archie incómodo al hablar de Terry. Por lo que se ve, el novio de Candy no es del agrado de todos. Pero lo importante es la felicidad de Candy, ¿no? Algún día volverá a estar con Terry, quien espero la haga muy dichosa.
Candy a veces se da cuenta de mi melancolía. Cree que sufro por no recordar el pasado. En realidad, el futuro es lo que me entristece.
1 comentario:
La diferencia de edad entre Albert y Candy no es mucha, al parecer solo de 10 años y Candy siendo ya una adolescente puede escoger no?
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