Apenas había desaparecido George de mi vista con la carta para Candy cuando me arrepentí de haberla enviado. No me reconozco. Siempre he tomado decisiones con facilidad, pero desde el beso en la colina dudo de todos mis actos.
George volvió sin noticas de Candy, y la verdad no sé por qué me sorprende. ¿Qué esperaba, que ella escribiera una respuesta de inmediato? Imposible. Sobretodo considerando mi cobardía al no ir personalmente a verla. Supongo que me enviará una carta tarde o temprano. Hasta entonces, no sé cómo lograré seguir la rutina de todos los días. Cada vez pierdo más tiempo en Chicago y llego más tarde a Lakewood. No sé que me asusta más: volver a Lakewood, donde abundan los recuerdos de Candy, o quedarme en Chicago, sumido en problemas familiares. Corren rumores de que América se unirá a la guerra y mis hermanas temen por sus hijos. Yo mismo podría ser reclutado. Hablan de irnos a Sudáfrica o Arabia, pero sólo pienso en que tengo el corazón enganchado en la Colina de Pony.
Debería ir a ver a Candy. O escribirle otra carta. No puedo quedarme sin hacer nada.
3 comentarios:
Dear Albert,
Glad to find update of your newspaper after months. Keep it up, hope you can conquer Candy's heart finally.
Cheers,
Florence
Get back to it!
Albert, no desfallezcas... quien siembra siempre cosecha
Publicar un comentario