Los sustos de Candy no tienen efecto alguno. En cambio, algunos sucesos pequeños parecen sugerirme un recuerdo de vez en cuando. Puede ser un ave volando, el ruido de un carro, alguna palabra dicha por alguien al pasar a mi lado. No son verdaderos recuerdos, sólo una chispa, un asomo que me hace ver que sí, en algún lado está mi memoria, esperando a ser descubierta.
Y yo, ¿quiero descubrirla? Por supuesto me angustia no saber nada de mi pasado. Pero constantemente me tortura la idea de que, si me recupero, tal vez tendría que dejar a Candy. Sé que ella ama a Terry, pero por ahora soy muy feliz a su lado.
2 comentarios:
Que increible!!! gracias por escribir este precioso Diario!!! Un beso*!
ahora soy muy feliz a su lada awwww que tierno.
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