Pobre Candy, estoy un poco melancólico y ella lo nota. Cree que sigo triste por haber perdido la memoria. Ha redoblado sus esfuerzos y trata de asustarme con mayor frecuencia.
No sé por qué estoy triste. Sé que tarde o temprano voy a recuperar la memoria y que entonces podré seguir mi vida. Y mientras tanto, vivo feliz al lado de Candy, no me falta nada. Es tan dulce estar siempre a su lado, compartir sus historias, aprender de ella y verla reír... no hay en realidad motivos para estar triste.
Debería alegrarme por Candy, quien pronto verá de nuevo a Terry. ¿Acaso no deseo su felicidad? ¿Qué me importa que pase unos días con él, si al fin y al cabo prometió volver a mi lado?
1 comentario:
te queda genial gracias.
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