martes, mayo 09, 2006

Poniendo la casa

Hoy conocí a Stear, quien amablemente nos llevó de compras. Es increíble todo lo que que se necesita en un hogar. La casa estaba ya amueblada, pero hemos tenido que comprar desde manteles hasta implementos de limpieza, pues no teníamos ni una escoba. Candy quiso comprar un mandil para ella y yo insistí en comprar también uno para mí. ¿Acaso no soy yo el que más tiempo pasa en la cocina? Es un poco penoso tener que pedir cosas para mí, pero llegué a América con muy pocas pertenencias, apenas un cambio de ropa. Me daba vergüenza pedirle nada, después de todo, Candy apenas tiene 16 años. Stear se dió cuenta de mi dilema y dado el momento mandó a Candy a escoger una vajilla mientras me llevó a mí a comprar ropa para caballero, incluyendo ropa interior y una pijama. Y como es muy bromista, compró una pijama igual a la mía para Candy. Menos mal que íbamos en su coche, pues llegamos a casa con muchos paquetes.

En agradecimiento, Candy y yo preparamos la cena para Stear, quien comentó lo curioso que es que yo sepa cocinar tan bien. ¿Habré sido cocinero antes de perder la memoria? La amnesia es así. Yo preferiría saber algo más sobre mí, en lugar de recordar como hacer un guisado. Pero Stear dice, medio en broma, medio en serio, que es mejor así, pues alguien necesitaba ocuparse de Candy. Stear sabe ser muy divertido, aunque a veces parece melancólico. Será que su novia, Patty, llegó de Inglaterra hace poco, y como Europa está en guerra ella debe estar muy preocupada por su familia.

Me alegra haber conocido a Stear. Ahora entiendo por qué Candy lo estima tanto. ¿Puedo añadir que me tranquiliza saber que Stear tiene novia? Ya sé que es absurdo, pero así me siento.

1 comentario:

Princess Airin dijo...

En el final original para mi Candy quedaba con Albert, pero dicen que siguió amando a Terry,

El final alternativo muestran como Albert al parecer no siente amor por Candy, mas allá del familiar.

No me explico... este diario me destapa la cabeza!