jueves, mayo 25, 2006

Una gaita

Hoy vino un escocés al restaurant donde trabajo. El hombre estaba ataviado con kilt y traía consigo una gaita. En un momento dado alguien le pidió que tocara una melodía y cuando lo hizo tuve otro instante de familiaridad. No fue un recuerdo, sino la certeza de haber oído la música antes, y hasta haber tocado yo mismo ese intsrumento.

Candy dice que tal vez cuando fui a Inglaterra me familiaricé con las gaitas, pero reflexionando me digo que fue muy poco tiempo el que estuve allí. Ella no recuerda haberme visto tocar la gaita nunca, y ahora mismo dudo que sea capaz de hacerlo. Pero cuando oía al hombre tocar me encontré a mi mismo respirando y soplando al mimso ritmo que él, mis dedos imitando las mismas posiciones de los suyos sobre las pipas. Debí pedirle al hombre que me dejara intentarlo, pero no me atreví.

Me interesa Escocia, pues de ahí vino la familia que adoptó a Candy. Stear y Archie saben tocar la gaita, aunque desde la muerte de Anthony no tocan más. No me atrevo a pedirles que toquen para mí, aunque me gustaría. El sonido de esa gaita me trajo un eco del pasado que deseo sentir de nuevo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que lindo poder encontrar algo de Albert!! Muy bien escrito. Gracias!! :)