martes, julio 25, 2006

Las lágrimas de Candy

Hoy Candy estaba melancólica. No sé si sea por la nueva situación, en que en lugar de trabajar en el Hospital Sta. Ana trabaja para una clínica insignificante en las afueras de Chicago, con una paga mucho menor. Sospecho que además sigue languideciendo por Terry aunque ella no lo dice. De hecho, me desespera que no diga nada. Está muy bien ser una persona estoica y no doblegarse ante las adversidades, pero nadie es de hierro, y me gustaría que Candy platicara conmigo sobre cómo se siente.

Por lo menos Poupée tuvo más suerte que yo como confidente de Candy. Escuché cómo le hacía promesas sobre no volver a llorar y ser la misma Candy de siempre. Quisiera decirle que en esta vida siempre vamos a tener momentos buenos y malos, y que no hace falta fingir que los momentos malos no existen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola mi querida Pio, sabes por mi seria muy orijinal y hermoso seguirte leyendo en una tejida y hermosa historia de amor entre ambos personajes, prometi ayudarte con ideas y no lo he olvidado amiga solo como te comente anteriormente ando de vacasiones y solucionando muchas cosas personales pero mi propuesta sigue en pie y adelante con la historia que siga, bravo Albert ...

Ana Ruth..