George está al pendiente de Candy, quien continúa trabajando para el Dr. Martin. Sigue buscándome y colocando carteles por la ciudad. En ese sentido, es bueno que me haya ido de Chicago, pues aún no llega el momento de contarle la verdad.
No hemos dado con el paradero de Terry, pero sabemos que estuvo un tiempo como actor en un teatro ambulante barato. Espero que pronto sepamos localizarlo para que Candy pueda hablar con él de nuevo. Aunque estando yo ausente va a ser difícil convencer a Candy.
Las finanzas de la familia siguen muy bien, gracias al empeño que ha puesto George todo este tiempo, y también a que mi tía se sabe administrar. Aunque consiente demasiado a sus sobrinos, no les permite demasiados lujos. Ahora que Stear ha muerto, su consuelo son Archie, Neil y Elisa. No sé qué consuelo le puedan ofrecer éstos últimos, pero ella los quiere mucho.
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