Hoy iba entrando a casa cuando oí que la casera le reprochaba a Candy el vivir conmigo. Supuse que los chismes de Neil habían llegado a sus oídos, pero la realidad es otra. Me han visto ir y venir con los mensajeros de George y se imaginan que tengo actividades ilícitas. La única solución es contarle a Candy toda la verdad, pero primero debo recuperar mi lugar como cabeza de la familia Andrew.
Me dí la media vuelta y regresé más tarde. Candy estaba dormida y no tuve el valor de despertarla para despedirme. Apenas le dejé una nota explicando que he recuperado la memoria, que no deseo que la echen de casa por mi culpa y que pronto vendré a buscarla. Le dejé también algo de dinero.
Durante todo este tiempo pude haber planeado una despedida mejor, fui muy estúpido al no hacerlo. Ella seguramente se va a enojar muchísimo conmigo por haberla abandonado sin darle las gracias siquiera. Muy a mi pesar, me he ido a Lakewood. Pronto mi tía y yo anunciaremos mi regreso ante toda la familia y entonces podré aclararle todo.
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